CARTA A UN NIÑO EN MEDIO DE UNA CRISIS

Querido niño:

Eres pequeño por tan poco tiempo. Pero cuando crezcas y pienses en tu infancia, esperamos que algunos de tus mejores recuerdos sean de nosotros, la Iglesia. 

No fue hace mucho que estabas sentado en un círculo con otros niños y alguien cantaba Cristo Me Ama. Probablemente sea una de las primeras canciones que aprendiste. 

Como niño pequeño, podías repetir lentamente Juan 3:16: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su hijo unigénito para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”. Recordarás este versículo el resto de tu vida, como también la manera en que te alegraba ir a la iglesia cada semana. 

¡Cómo hemos celebrado tu infancia entre nosotros! En los espacios preparados para nuestras reuniones deon escuchaste las Buenas Noticias del Evangelio y conociste a Jesús con una fe y confianza genuina. 

Nosotros somos la Iglesia y tú, niño, eres precioso para nosotros. Pero las cosas han cambiado. El lugar de reuniones de la iglesia está cerrado y vacío. No hay juegos de Awana. No hay alguien a quien recitar tus versículos, ni quien te salude por tu nombre y te diga “¿Cómo estás, amigo?”.

 ¡Cuánto te extrañamos! 

Extrañamos verte correr al entrar a la iglesia con nosotros. Se debería escuchar tu risa por los pasillos. Tus cantos se deberían levantar del salón de niños al corazón de nuestro santuario. 

¿Puede ser que extrañarte nos haya hecho amarte aún más que antes de la pandemia del COVID-19... antes que nuestros mundos cambiaran por completo y no pudiéramos verte más en la iglesia? Así es.

Esta crisis repentina e inesperada nos hace preguntar: ¿Te hemos dado todo lo necesario espiritualmente para enfrentar esta y otras crisis imprevistas que podrían llegar a tu vida? ¿Qué territorio desconocido se extiende entre estos días de tu infancia y tu vida adulta? ¿Tu fe se mantendrá firme ante el miedo o, posiblemente, la muerte? ¿Y qué de los otros desafíos a la fe que incluso ahora están surgiendo? ¿Tu fe de niño se mantendrá firme contra la presión del mundo que abraza la corrección política, el relativismo que desafía la verdad absoluta, y las elecciones sin límites del sexo y género?

Por el momento, tenemos suficientes preocupaciones con respecto a ti. El mundo ha girado, ha sido derribado de su base. Y después de unas pocas semanas, nos damos cuenta que tu discipulado no puede esperar a que crezcas. Algunos desafíos enormes que pensábamos que no te tocarían hasta tu vida adulta han llegado hoy. COVID-19 con su grave amenaza a la vida y su alcance pandémico, ha destrozado nuestra confianza sobre la seguridad y resiliencia de la vida. 

Lamentamos profundamente que este virus esté amenazando tu infancia. Haremos todo lo posible para protegerte, sabiendo lo que estás enfrentando. Pero la pregunta, “¿Hemos hecho lo suficiente?” nos quita el sueño. Los recuerdos lindos y bonitos quizás no sean suficientes para fortalecerte en este momento. Nuestro tiempo para discipularte fue tan corto. Nos preguntamos si hemos ocupado el poco tiempo contigo con cosas divertidas y entretenimiento espiritual, actividades que no te ayudarán en las dificultades reales en tu vida - hoy o como adulto - aparte de ser lindos recuerdos.

¿Sólo te hemos amado y entretenido, o también te hemos formado como discípulo? Con tu futuro en mente, ¿te hemos criado intencionalmente a ser un seguidor de Cristo tanto en fuerza como en corazón? ¿En fuerza para que te mantengas firme en tus creencias cristianas en medio de un mundo cada vez más hostil? ¿En corazón para abrazar a ese mismo mundo que no tolera la fe, con un amor que no puede ser ignorado? ¿Fuerza para confiar en Dios y no aferrarte a la vida aquí en la tierra pero más bien reclamar tu ciudadanía en el cielo? ¿Corazón para compartir el amor de Dios con un mundo perdido y herido?

¿Crecerás siendo agradecido de que nosotros, la Iglesia, te hayamos dado todo lo necesario tanto para dirigir la iglesia como para influir en la cultura? ¿Estarás preparado porque nosotros como la Iglesia hoy anticipamos los desafíos que enfrentarías como adulto cristiano en el año 2050?

¿Sentirás nuestro amor hoy porque te preparamos para una vida en la que cualquier cosa pudiera suceder? ¿Sabrás que nosotros estamos de tu lado y que Dios está obrando todo para tu bien,  pase lo que pase? 

Mientras ambos tengamos vida, esto es lo que queremos que sepas: Nunca dejamos de amarte. No podemos esperar a verte y estar todos juntos nuevamente. Te extrañamos desde lo más profundo de nuestros corazones.

Con mucho amor,

La Iglesia

2020-04-20.png
Ignacio Mariño