Manos que dan, corazones que reciben.

Venezuela es un hermoso país que, desde hace algunos años, se encuentra sumido en una gran necesidad, no sólo espiritual sino también económica, moral y social. Gracias a Dios, muchas iglesias venezolanas, con el apoyo de Awana, están trabajando arduamente en hacer discípulos resilientes en estas circunstancias, donde factores como, los preocupantes niveles de desnutrición en la población infantil, afectan la salud integral e interfieren en el proceso de enseñar la Palabra de Dios. Fruto de esta preocupación nace la iniciativa de proveer una comida balanceada a los niños para ayudar a su bienestar físico de la mano con su bienestar espiritual.

Awana acompaña a las iglesias de alianzas en Venezuela a través de las REDES de discipulado, y para fortalecer los proyectos, se ha logrado suministrar alimentos a niños vulnerables en distintas partes del país. Con un esfuerzo conjunto con las iglesias, hasta la fecha, se han entregado 100 bolsas de alimentos en 7 ciudades principales del país, abarcando desde occidente, centro y sur del territorio nacional.

La organización Santandereana Automercado ha sido un aliado en la ejecución de muchas ayudas de este tipo a Venezuela, por lo que Leonardo Pérez, gerente de la misma, ha sido el responsable de prestar el servicio para la selección y distribución de los alimentos de acuerdo con lo planificado. Al respecto él declara:“…no es solo una empresa, Santandereana es un sueño, una ilusión de servir a otros. Este año formamos parte de este proyecto infantil que Awana impulsa. El pastor Edgar Mendoza nos refirió gracias al testimonio que hicimos con las entregas a otras organizaciones. Para nosotros es esperanza y bendición esta obra, que forma en niños principios y valores cristianos. Esto es la base principal para lograr un gran ser humano, una gran familia y un gran país, esa es nuestra esperanza. Ya hemos cumplido totalmente la primera entrega: 100 iglesias en Venezuela han recibido la bolsa de alimentos. Siempre dispuestos a acompañarlos en todos los procesos de este proyecto.” 

Cada bolsa se ha estimado con alimentos para 120 porciones que las iglesias distribuyen de acuerdo con sus oportunidades, reportando, en primera instancia, 42 eventos de discipulado infantil, para un total de 2077 comidas servidas, con la buena noticia de 498 niños que han hecho su decisión de fe a través de estas actividades. Asimismo, se registran 76 adultos que han tenido su encuentro personal con el Señor Jesús y esta actividad ha contribuido directamente a que tengamos reporte de 1347 niños  que asisten continuamente al discipulado infantil en estas iglesias.

La organización Santandereana Automercado ha sido un aliado en la ejecución de muchas ayudas de este tipo a Venezuela, por lo que Leonardo Pérez, gerente de la misma, ha sido el responsable de prestar el servicio para la selección y distribución de los alimentos de acuerdo con lo planificado. Al respecto él declara:“…no es solo una empresa, Santandereana es un sueño, una ilusión de servir a otros. Este año formamos parte de este proyecto infantil que Awana impulsa. El pastor Edgar Mendoza nos refirió gracias al testimonio que hicimos con las entregas a otras organizaciones. Para nosotros es esperanza y bendición esta obra, que forma en niños principios y valores cristianos. Esto es la base principal para lograr un gran ser humano, una gran familia y un gran país, esa es nuestra esperanza. Ya hemos cumplido totalmente la primera entrega: 100 iglesias en Venezuela han recibido la bolsa de alimentos. Siempre dispuestos a acompañarlos en todos los procesos de este proyecto.”

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Cada bolsa se ha estimado con alimentos para 120 porciones que las iglesias distribuyen de acuerdo con sus oportunidades, reportando, en primera instancia, 42 eventos de discipulado infantil, para un total de 2077 comidas servidas, con la buena noticia de 498 niños que han hecho su decisión de fe a través de estas actividades. Asimismo, se registran 76 adultos que han tenido su encuentro personal con el Señor Jesús y esta actividad ha contribuido directamente a que tengamos reporte de 1347 niños  que asisten continuamente al discipulado infantil en estas iglesias.

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“Vivo con mis abuelos ya que mis padres se fueron del país. Asisto a la iglesia porque aquí siento paz, disfruto cada momento ¡hasta la comida! Cuando nos dan cena o merienda es un alivio para mis abuelos. Aquí tengo a la mejor familia. He aprendido a orar, hablar con Dios todos los días me da paz y me hace sentir amado por Él.” Declara emocionado Santiago, un niño de 11 años beneficiado por la distribución de alimentos, en la ciudad de Valencia - Edo. Carabobo.


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“Emily es una niña de 4 años, de padres no creyentes.  Cuando le servimos comida, comenzó a llorar. Preocupados le preguntamos qué le pasaba, ella contestó que: «mi mamá tiene poca comida en casa porque no puede comprar, y Dios es bueno porque me ha dado esto para llevarle», señalando la comida que está supliendo la necesidad de muchos hogares. Así Dios está mostrando Su amor a los niños.” Dice Dorangel, colaboradora en la Iglesia Sal de la Tierra, en la ciudad de Maracay - Edo.Aragua

Próximos pasos 

  • Lograr que las 100 iglesias realicen sus actividades planificadas para la entrega de alimentos.

  • Recaudar toda la información sobre el alcance de esta fase del proyecto. 

  • Mantener la comunicación con los socios, coordinadores por estado e iglesias, para compartir experiencias y estrategias.

Motivos de oración

  1. Por las estrategias necesarias para que aún en medio de las restricciones por la cuarentena, las iglesias puedan cumplir el objetivo. 

  2. Para que Dios siga permitiendo la llegada de los alimentos sin ningún inconveniente, y Santandereana Automercado, pueda contar con el combustible para el transporte.

  3. Que cada niño que reciba alimento,  pueda ver el amor de Dios y que muchos más lleguen a ser discípulos resilientes de Jesús.

anderson perez